Otra de las lamentables herencias que nos dejó el tiempo de confinamiento fue sin duda la aparición de un modelo paralelo de educación, trabajado por personas tituladas o no, que para reparar a los miedos y ansiedades de los padres asistían a los hogares o a ciertos espacios comunitarios para atender de manera particular a los niños en edad de parvulario.
No queremos desmerecer ni la vocación ni los esfuerzos que se pudieron realizar de muy buena voluntad, por cierto, para que niños no quedasen sin la aproximación a las nociones básicas iniciales o al dominio y manejo de sus emociones y su cuerpo.
Pero, obviamente, al no tener este ejercicio ninguna conectividad con una visión, con una misión, con objetivos claros, con perfiles de salida previamente establecidos, solo se consiguió solventar circunstancialmente las necesidades urgentes, dejando a un lado el sentido final de la educación.
Acaso esto explica las falencias y carencias que los pequeños mostraron en el momento de su reinserción a algún modelo educativo.
Educar es mucho más que satisfacer necesidades, hoy implica esfuerzos continuos, procesuales y con sentido de finalidad, que lleven al desarrollo de la inteligencia cognitiva y las otras que tiene la persona, que deben ser estimuladas, orientadas y trabajadas para alcanzar verdaderos resultados de crecimiento.
Aunque burdo el ejemplo, no es lo mismo acumular ladrillos uno sobre de otros, de cualquier forma, hasta hacer un montón, que construir una pared con esos mismos ladrillos.
La educación reclama, obviamente, sistematización, conocimientos pedagógicos y dominio de las ciencias y artes de enseñar, pero es obvio que necesita metas y objetivos que den sentido y lógica a un proceso formativo que sea capaz de evolucionar, entregando a cada quien y en cada edad lo que le corresponde, hasta alcanzar un fin último, que es la construcción clara y definida de la persona humana.
Sin duda, son la visión y la misión de cada centro, junto a su filosofía educativa, las que marcan las vías de una cierta y buena formación o educación.